Tierra Quemada, un legado del ceramista Vicente Hernández

Vicente Juan Hernández: Más de 50 años renovando la cerámica de Oaxaca con tradición, sostenibilidad e innovación contemporánea.
Con más de cinco décadas de experiencia, Vicente Juan Hernández ha transformado el panorama cerámico de Oaxaca. Su taller, Tierra Quemada, no solo preserva las tradiciones artesanales, sino que también innova con un enfoque sostenible y contemporáneo.
El maestro Vicente Hernández, originario de la Mixteca, descubrió su pasión por la cerámica desde temprana edad. Aunque sus raíces están en el campo, donde aprendía de la naturaleza y sus ciclos, un taller en su comunidad despertó su interés por la alfarería. Fue allí donde, a los ocho años, comenzó a trabajar como aprendiz y desarrolló una disciplina que le llevaría a dominar el arte del torno.
1. Maestro Vicente, ¿cuándo y cómo descubrió su pasión por la cerámica?
Empecé como aprendiz en un taller cercano, observando a los maestros torneros moldear piezas con sus manos. Aunque inicialmente mi tarea era realizar labores menores, mi dedicación y esfuerzo me llevaron a practicar durante horas después de la jornada laboral. Este camino de aprendizaje y disciplina me conectó profundamente con el barro y su potencial como medio de expresión.
2. ¿Cómo influyen sus raíces en la Mixteca en sus creaciones artísticas?
Mis raíces en la Mixteca son el corazón de mi trabajo. Desde niño, observaba el entorno natural y las tradiciones agrícolas de mi comunidad, como el cultivo del maíz y el estudio de las fases de la luna para sembrar. Estas experiencias me enseñaron a observar y valorar los ciclos de la naturaleza, algo que ahora integro en mi obra. Cada pieza que creo refleja los paisajes, colores y formas que rodean la región, convirtiendo el barro en un puente entre la tradición y mi visión personal.
3. Tierra Quemada, su taller y galería, es muy reconocido. ¿Cómo nació este proyecto?
Tierra Quemada nació en 2003 con el sueño de crear un espacio dedicado a la cerámica oaxaqueña. Inicialmente, comenzó como un colectivo artesanal que evolucionó hacia una galería bajo mi dirección. El nombre simboliza la transformación de la tierra en arte, una metamorfosis que captura el alma de Oaxaca. Nuestro enfoque es preservar las tradiciones ancestrales mientras ofrecemos piezas de cerámica libres de plomo, respetuosas con el medio ambiente y con una calidad única que combina lo utilitario con lo artístico.
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4. ¿Qué diferencia a las piezas de Tierra Quemada de otras propuestas?
Las piezas de Tierra Quemada destacan por su autenticidad y por estar profundamente arraigadas en las tradiciones prehispánicas. Trabajo con técnicas como la loza chorreada, que perfeccioné durante más de 25 años, y utilizo colores naturales obtenidos directamente de la tierra de la Mixteca. Además, nos enfocamos en el uso de esmaltes libres de plomo para garantizar piezas seguras y sostenibles. Este compromiso con la calidad y la innovación nos ha permitido participar en concursos y recibir reconocimiento nacional e internacional.
5. ¿Cómo se inspira para crear nuevas piezas?
Mi inspiración proviene de la naturaleza y del entorno que me rodea. Elementos como caracoles, montañas y rayos se convierten en símbolos que incorporo de manera orgánica en mis diseños. Además, me gusta experimentar con formas y colores, siempre buscando un equilibrio entre lo tradicional y lo contemporáneo. Cada pieza es una reinterpretación de mi entorno, donde el barro se convierte en un medio para contar historias y conectar con la tierra.
6. ¿Cuál es su perspectiva sobre la cerámica como arte?
Para mí, la cerámica es mucho más que un oficio; es una forma de arte que trasciende lo utilitario. Aunque inicialmente aprendí el oficio como medio de sustento, pronto descubrí su potencial artístico al interactuar con otros ceramistas y explorar su historia. Cada pieza que creo lleva una intención estética y una carga emocional, convirtiéndola en una obra que comunica y conecta con las personas a un nivel profundo.
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7. ¿Qué papel juega la sostenibilidad en su trabajo?
La sostenibilidad es fundamental en mi práctica. Desde la selección de materiales locales hasta el uso de esmaltes libres de plomo, cada paso del proceso está pensado para minimizar el impacto ambiental. Además, trabajo con comunidades locales para promover prácticas responsables y garantizar que el legado artesanal de Oaxaca perdure para las futuras generaciones.
8. ¿Cuál ha sido el mayor desafío en su carrera?
Uno de los mayores desafíos ha sido equilibrar la tradición con la innovación. Oaxaca tiene una rica historia cerámica, y respetar sus raíces mientras introduzco elementos contemporáneos ha requerido tiempo, dedicación y experimentación. Otro desafío ha sido posicionar mi trabajo en el panorama artístico nacional e internacional, pero el esfuerzo ha valido la pena al ver el reconocimiento que ahora recibe.
9. ¿Cómo influye la cultura oaxaqueña en su obra?
La cultura oaxaqueña es el alma de mi trabajo. Cada pieza refleja su riqueza y diversidad, desde los colores hasta las formas. Oaxaca es una fuente inagotable de inspiración, y mi objetivo es capturar su esencia en cada obra, creando un legado que conecte a las personas con su historia y tradiciones.
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10. ¿Qué significa para usted participar en eventos como la Bienal de Xalapa?
Participar en eventos como la Bienal de Xalapa es una oportunidad para mostrar el talento y la creatividad de Oaxaca en un escenario internacional. Estos concursos no solo validan nuestro trabajo, sino que también nos permiten aprender de otros artistas y expandir nuestras perspectivas. Estoy emocionado por presentar nuestras piezas en 2025 y seguir llevando el nombre de Tierra Quemada a nuevos horizontes.
11. ¿Qué mensaje busca transmitir con sus murales cerámicos?
Mis murales representan la conexión entre los elementos individuales y el todo. Cada pieza cerámica, aunque pequeña, contribuye a una imagen mayor que cuenta una historia. Es una metáfora de la comunidad y de cómo cada detalle importa en la construcción de algo monumental.
12. ¿Cómo describe su proceso creativo?
Mi proceso creativo es intuitivo y meticuloso. Comienza con la selección del barro, seguido por el diseño y la experimentación con formas y colores. Cada etapa requiere paciencia y precisión, desde el modelado hasta la cocción. Es un diálogo constante con el material, donde cada decisión tiene un impacto en el resultado final.
13. ¿Cómo ve el futuro de la cerámica artesanal en Oaxaca?
El futuro de la cerámica artesanal en Oaxaca es prometedor. Hay un creciente interés por preservar y valorar las tradiciones, y cada vez más jóvenes se suman al oficio. Mi objetivo es inspirar a las nuevas generaciones a continuar este legado y adaptarlo a los desafíos y oportunidades de los tiempos modernos.
14. ¿Qué proyectos tiene en mente para los próximos años?
Estoy trabajando en una serie de piezas para la Bienal de Jalapa y explorando nuevas formas de integrar la cerámica con otras disciplinas artísticas. También planeo ampliar las actividades educativas de Tierra Quemada, creando programas que fomenten el aprendizaje y la innovación en la cerámica artesanal.
15. ¿Usted proviene del campo, al igual que su cerámica? ¿En qué momento descubrió que podía transformar la artesanía en arte?
Tuve varias conversaciones con ceramistas que me hicieron ver la cerámica desde una perspectiva artística. Aunque comencé por necesidad, para ganarme la vida, esas pláticas con profesionales de la cerámica, quienes tenían formación académica en el tema, me hicieron entender que lo que hacía también podía ser arte. Así fue como fui creciendo, de manera autodidacta. Hoy me siento profundamente agradecido por haber sido elegido para trabajar la cerámica. Es algo que realmente me apasiona, y siempre respondo lo mismo cuando me preguntan si volvería a ser ceramista si pudiera nacer de nuevo: sin duda, sí.
15. Finalmente, ¿qué significa para usted ser ceramista?
Ser ceramista es mi esencia, mi forma de vida. Es una manera de conectar con mis raíces, de expresarme y de compartir la belleza y la riqueza de Oaxaca con el mundo. Si volviera a nacer, elegiría nuevamente este camino, porque el barro es mucho más que un material; es un medio para transformar y dar vida a historias y emociones.