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Taco Tasting Room: omakase mexicano con Loco Tequila

Taco Tasting Room: omakase mexicano con Loco Tequila

Barra

En Taco Tasting Room se sirve un menú de doce tiempos del chef Pepe Salinas maridado con tres expresiones de Loco Tequila.

En una tarde donde la gastronomía y el destilado se dieron la mano, el Taco Tasting Room se transformó en un laboratorio de ideas. La propuesta no es solo un menú; es una secuencia de doce tiempos concebida para llevar al comensal por un trayecto sensorial. La alianza con Loco Tequila Blanco, Ámbar y Puro Corazón añade profundidad y coherencia a cada bocado.

chicatanas
Taco de aguacate y chicatanas

El espacio: bar de tacos reinventado

El concepto detrás del Taco Tasting Room responde a la fórmula de una barra íntima con apenas 14 lugares, sin trompo, sin ruido de calle y sin salsas al centro. Aquí cada taco se piensa como una idea, un bocadillo que trasciende lo acostumbrado. Este formato impulsa la atención del comensal hacia la técnica, la materia prima y el ritmo de presentación.

mole blanco
Enchilada de mole blanco con corazones de girasol

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El menú de doce tiempos: recorrido por México

El chef Pepe Salinas propone un viaje que abarca desde la frescura del norte peninsular hasta la intensidad del sur azteca la península yucateca incluida. Se incluyen piezas como granizado de aguachile verde con pepino, fresco y ligeramente picante, que despertó el paladar con notas vegetales y marinas.
Siguió una tostada de toro de atún con lima kosho, que equilibró la untuosidad del pescado con un acento cítrico japonés. Después, una tostada de ceviche de nopales, reinterpretación de la botana tradicional mexicana. Cada uno de estos tres tiempos estuvo acompañado por Loco Tequila Blanco, que realzó la frescura y el carácter natural de los ingredientes.

Tlayuda
Tlayuda de escamoles con puré de haba

Corazón del menú: tierra, fuego y maíz

El cuarto tiempo presentó una cecina de filete sobre aguacate y chicatanas, combinación que subrayó el poder de la proteína con un toque ahumado de insectos comestibles. Le siguió una enchilada de mole blanco con corazones de girasol y espárragos, cuya complejidad se expresó en capas sutiles de dulzor y notas terrosas. El sexto plato fue una tlayuda de escamoles con puré de haba, nopales y espirulina, mezcla entre tradición oaxaqueña y vanguardia vegetal.
Estos tiempos se maridaron con Loco Tequila Ámbar, cuya maduración aportó estructura, redondez y un aroma que acompañó el paso hacia sabores más intensos.

atún
Tostada de toro de atún con lima kosho

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Séptimo al décimo tiempo: fuerza, contraste y sofisticación

El séptimo tiempo: esquites de rib eye con mayonesa de chapulín, donde la grasa del corte se fundía con la textura cremosa del maíz. El octavo, un taco de carnitas de lechón con salsa roja y nopales, que rindió homenaje a la taquería clásica desde una ejecución impecable. El noveno tiempo ofreció un taco de gaonera de wagyu cross con salsa de chiles en aceite, elegante, picante y profundo.
El décimo, una enchilada de mole negro con foie gras y nuez de yaca, mezcla sublime entre lo ancestral y lo contemporáneo.

Entre estos platos surgieron dos momentos memorables:

una quesadilla adobada de langosta al carbón con queso St. Paulin y pico de gallo de mango, que conjugó mar y tierra en una sola mordida; y un taco de costilla de cerdo en recado negro con aire de cebolla morada, que cerró el arco de sabores salados con una nota aromática y delicada.

Degustación de Loco Tequila
Trilogía de Loco Tequila: Blanco, Ámbar y Puro Corazón

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Volcán al carbón

Maridaje con Loco Tequila: equilibrio entre fuerza y elegancia

La selección de tres expresiones de Loco Tequila se integra como eje narrativo de la cena. Blanco, Ámbar (reposado) y Puro Corazón entregan perfiles que van de la pureza al reposo, de la intensidad a la finura. Los cócteles diseñados para la noche la Margarita de nopal y Je t’aime mais je soif aportaron matices que rompieron la continuidad con acentos creativos.

Tradición con vanguardia: reflexiones finales

Este ejercicio gastronómico demuestra que un menú de tacos puede alcanzar la sofisticación de un tasting de alta cocina sin renunciar a su origen mexicano. Es la confirmación de que la mexicanidad y el espíritu artesanal de un tequila pueden convivir en una puesta que celebra lo local con mirada global.

Dónde: Av. 5 de Mayo 47, Centro Histórico, CDMX.
Reservas: Imprescindibles.
Precio de degustación: Aproximadamente $1,250 MXN.

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