Restaurantes de comida italiana en la CDMX

Restaurantes italianos que trascienden la pizza y la pasta. Te presentamos las mejores opciones de gastronomía italiana en la Ciudad de México
Sartoria
Es el lugar donde la pasta hecha a mano reina. Para despertar tu curiosidad, basta con decir que el chef Marco Carboni —de Módena, al norte de Italia— ha trabajado en restaurantes como Osteria Francescana (tres estrellas Michelin) del chef Massimo Bottura, y Alkimia, del chef Jordi Vilà. Los platillos que sirve en la Roma a las orillas de la Plaza Río de Janeiro, son recetas tradicionales de distintas regiones de Italia y con algunos toques creativos. Los platillos destacan por tener ingredientes mayoritariamente mexicanos, como vegetales de Valle de Bravo o de Xochimilco, orgánicos y de la mejor calidad. Las expectativas se elevan desde que observas el diseño pulcro.
Amici
Lo encuentras dentro del Sheraton María Isabel, en el segundo piso con una terraza al aire libre, si tienes un día favorable aprovecha la vista a Reforma. La especialidad es la cocina italiana a la carta con algunos platillos representativos de cocina mexicana. El chef a cargo es Julio Gómez y nuestro acercamiento fue al brunch y buffet de los domingos. Por $475 tienes una copa de clericot, jugos frescos de naranja, fresa, toronja y combinación verde. Para comer conviene atacar la barra helada de mariscos; hay almejas, camarones frescos, pescado y pulpo, los cuales puedes sazonar con limón, salsa tártara, cilantro o salsa para coctel. Otra manera de disfrutarlos es con una ensalada.
Negroni
El negroni es un trago de la coctelería clásica; su origen lleva a Florencia en donde en los años veinte el conde Camilo Negroni pedía vermouth, Campari y ginebra. El restaurante Negroni es un espacio rústico y relajado, los colores cálidos de la madera y las plantas que cuelgan del techo envuelven el espacio y son el perfecto recibimiento para una comida casera y reconfortante. El menú lo refuerza con entradas abundantes y calientes, aunque sin el toque de sofisticación que el coctel representa hoy en día, más bien es cocina de barrio, cual trattoria de las calles florentinas. Comienza con las carciofi al forno –alcachofas–, son tiernos corazones con mucho aceite de oliva y gratinados con queso.
La Strada
El lugar ideal para la cita casual o una tarde de negocios con un giro más elegante. Para que sepas de lo que hablamos, comienza con una jarra de clericot y una la strada; pizza de camarones con pimientos y pepperoncino. El menú, italiano, incluye especialidades como ossobuco de ternera con un gravy que tarda más de tres días en prepararse, pruébalo con el risotto a los cuatro quesos: la ternera es suave y el gravy tiene un toque amargo que contrasta con la textura del arroz arborio. Para el postre pide las fresas jubilée pues son un espectáculo preparado frente a ti mientras hacen un caramelo y lo flamean con licor de naranja. El pastel sacher –de chocolate– no tiene comparación.
La Milanezzeria
Si pensabas que la pizza con masa rellena de queso desafiaba los límites de la gula, no has tenido el gusto de probar la pizza de milanesa, o milanesa de pizza. Aquí respetan la circularidad obligatoria de la pizza, pero en lugar de masa, la base es de milanesa de pollo, cerdo o res. Cada una tiene su especialidad, así que hay que venir más de una vez para por fin encontrar tu preferida. Te recomendamos la de chilaquiles rojos con mozzarella, o la pizza (normal) mitad espinacas y mitad marguerita, la que ellos sugieren. También hay de chistorra con salchicha italiana, o bien, una pasta al pesto o de queso con crema. Hay de todos los antojos de la cocina italiana. De postre no dejes de probar la masa frita rellena de crema.