Pepe Salinas transforma Sabores Polanco 2025

El chef de Balcón del Zócalo llevó su cocina a la carpa VIP con un menú lleno de creatividad y sofisticación.
Pepe Salinas fue uno de los protagonistas de Sabores Polanco 2025, al presentar una propuesta que destacó por su enfoque narrativo.
En esta edición, el chef trasladó su filosofía desde el corazón del Centro Histórico hasta el entorno abierto del parque Lincoln. A pesar del entorno festivo, su menú conservó profundidad, técnica y reflexión, dejando claro que la alta cocina puede ser accesible. Cada platillo fue una forma de diálogo con el público: una conversación directa entre el cocinero, el ingrediente y la memoria colectiva.

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Una propuesta que conecta el fuego con la memoria ancestral
La participación del chef no fue solo un ejercicio gastronómico, sino una expresión de su visión personal y compromiso con el entorno. Temas como la crisis del agua, la sostenibilidad o la defensa de técnicas tradicionales estuvieron presentes a través de sabores y texturas.
Salinas cocinó con técnicas que hacen del fuego más que un instrumento: lo convierte en símbolo emocional y herramienta narrativa. Desde las cocciones lentas en piedra caliente hasta mantequillas infusionadas, el menú propuso una relectura de lo esencial.

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Balcón del Zócalo, más allá del centro y sus límites físicos
Su restaurante, ubicado en el sexto piso del Hotel Zócalo Central, se ha distinguido por una cocina que se reinventa en cada temporada. Ahí, Salinas elabora menús de hasta nueve tiempos con ingredientes endémicos y una fuerte carga de intención social y ecológica. Al salir de ese espacio íntimo para cocinar en un festival multitudinario, el chef demostró gran habilidad conceptual y organizativa. Logró mantener su discurso intacto, pese al contexto festivo, y ofreció una propuesta con coherencia, técnica y cercanía.
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La alta cocina también puede ser pública, libre y compartida
Para muchos asistentes, la presencia de Pepe Salinas fue uno de los puntos altos del festival, no solo por su calidad gastronómica. Su capacidad de conectar con el público, de comunicar a través del plato y de reinterpretar lo tradicional fue profundamente valorada.
Además, la inclusión de su visión en la carpa VIP confirma que los formatos más abiertos también permiten propuestas de gran profundidad. Así, Salinas reafirma su lugar como uno de los referentes actuales de la cocina mexicana contemporánea, con un enfoque crítico y emocional.