Homenaje a los maestros del horno en México
El día del pan en México es una celebración anual que rinde homenaje a una de las tradiciones culinarias más queridas y arraigadas en el país.
Este día, que tiene lugar el 15 de octubre, es una ocasión especial para apreciar la riqueza de la panadería mexicana y la importancia del pan en la cultura y la vida cotidiana de los mexicanos. La panadería es una industria que no solo representa una gran fuente de trabajo en México, sino que también es un elemento esencial en el desarrollo artesanal y empresarial de un gran número de mexicanos.
En el corazón de esta tradición culinaria se encuentra el pan, y uno de los productos más queridos que lo acompaña es Nutella. En un esfuerzo por celebrar esta unión del pan y Nutella, este año, la campaña «Nutella Ama el Pan» regaló más de 8,500 piezas de pan tradicional en varios puntos de la Ciudad de México, honrando así a los panaderos mexicanos que han dedicado gran parte de sus vidas frente al horno.
El Pan Mexicano, una riqueza de formas y sabores
México es reconocido a nivel mundial como el país número uno en riqueza de formas y sabores de pan. Desde las emblemáticas conchas hasta las deliciosas moños, cañones, chilindrinas, y una impresionante variedad de otros nombres que adornan las panaderías mexicanas, el país ha desarrollado una tradición panadera única y diversa. Estos panes son parte integral de la cultura culinaria mexicana y han sido transmitidos de generación en generación.
Este año, Nutella ha decidido rendir homenaje a cinco panaderos y panaderías que representan la esencia de la tradición panadera en la Ciudad de México. Según la opinión pública, son los mejores, los más innovadores y aquellos que han dedicado la mayor parte de sus vidas a hornear los panes y pasteles más deliciosos del país.
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Chef Eduardo Da Silva | Da Silva Panadería Artesanal
El chef propietario de Da Silva Panadería Artesanal, es un ejemplo del espíritu emprendedor y la pasión por la panadería. Tras una experiencia en el mercado de la comercialización de zapatos, Eduardo estudió y se formó en gastronomía y alta repostería, estableciendo su panadería en el año 2000. Hoy en día, no solo es un respetado chef repostero y panadero, sino que también participa activamente como conferencista en festivales y ferias especializadas. Su creatividad y dedicación lo han convertido en un referente en la industria panadera y repostera de México.
Mtro. Moisés Paredes Zárate | Panadería Ideal
Moisés Paredes lleva más de 30 años siendo un panadero indispensable en la icónica Panadería Ideal del centro histórico de la Ciudad de México. Esta panadería, que lleva 96 años sirviendo a sus clientes, ha mantenido la tradición de elaborar pan de manera artesanal a lo largo de las generaciones. Moisés es un maestro panadero cuyo pan atrae a multitudes desde tempranas horas de la mañana, y es parte de la razón por la que la Panadería Ideal es tan venerada.
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Mtro. Luis Alfonso León Hernández | L Pan
Es un experto en pan fermentado y gourmet. Con 15 años de experiencia y la influencia de destacadas chefs, dirige los fogones de L Pan, una panadería que se destaca por su uso de fermentaciones a través de la masa madre. A pesar de tener solo tres años en el mercado, L Pan ya surte a reconocidos restaurantes de la Ciudad de México y es un ejemplo de innovación y excelencia en la panadería gourmet.
Mtro. Lauro Alberto Sevilla García | La Pilarica»
Con una carrera que se extiende por más de tres décadas, Lauro Sevilla es el arquitecto detrás de algunos de los panes más deliciosos y apreciados de la ciudad. Su amor por el oficio y la pasión por la elaboración de pan artesanal de calidad y buen gusto se remontan a su infancia, donde heredó el oficio de su padre.
Don Lauro, como cariñosamente lo llaman, se define a sí mismo como «un enamorado del pan». Ha hecho realidad su sueño de vivir de lo que más le gusta hacer, y su devoción por la panadería es palpable en cada creación que sale de su horno. A pesar de los años de experiencia, Lauro Sevilla sigue trabajando incansablemente en los fogones de La Pilarica, demostrando que su pasión por el pan no ha disminuido con el tiempo.
El nombre de La Pilarica, de acuerdo con los dueños de la panadería, hace referencia a la Virgen del Pilar, conocida como La Pilarica, originaria de Zaragoza, España. Esta inspiración religiosa y cultural añade un toque especial a la identidad de La Pilarica y a la herencia española de la panadería.
La historia de La Pilarica comenzó en los años 50, cuando un inmigrante español se estableció en un pequeño edificio en el centro de la ciudad y comenzó a producir mantecadas de Astorga. En honor a la virgen, nombró su pequeña fábrica de pan «La Pilarica». En 1970, los actuales dueños adquirieron el negocio y lo expandieron debido a la creciente demanda de sus clientes.
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El Mtro. Felipe García | La Uno
La pasión puede ser una fuerza poderosa en la vida de una persona. En el caso del reconocido maestro bizcochero, el Mtro. Felipe García, la pasión que ha impulsado su vida desde temprana edad ha sido la panadería. Para él, este mundo de aromas, sabores y texturas es mucho más que una profesión; es una herencia familiar, una tradición que se ha transmitido a través de generaciones.
Desde sus primeros años, Felipe se encontró inmerso en el dulce y reconfortante universo de la panadería. Creció en un hogar donde su padre y su abuelo eran maestros panaderos consumados, y desde niño, se sintió atraído por el fascinante proceso de crear deliciosos panes y pasteles. No pasó mucho tiempo antes de que comprendiera claramente cuál sería su camino en la vida.
A los nueve años, Felipe comenzó a trabajar junto a su padre en la panadería familiar durante las mañanas, antes de dirigirse a la escuela por las tardes. Este temprano comienzo en el mundo de la panadería forjó su amor por el oficio y le enseñó las habilidades fundamentales que necesitaría para convertirse en un profesional consumado. Apenas a los 16 años, ya era un experto en el arte de la panadería.
Sin embargo, el Mtro. Felipe, a lo largo de su vida, tuvo la «suerte», como él mismo dice, de aprender de maestros de la vieja escuela, aquellos cuyas técnicas y conocimientos se han transmitido de generación en generación. Además, complementó su aprendizaje con cursos y talleres dirigidos por renombrados panaderos, lo que le permitió entender la panadería desde diferentes perspectivas.
Esta comprensión multifacética de la panadería le dio las herramientas necesarias para innovar y crear nuevas propuestas que se ajustaran a las cambiantes tendencias del mundo de la panadería.
La Panadería La Uno se destaca en el mundo de la panadería por su atractiva oferta. En este proyecto joven, se pueden encontrar panes tradicionales que rinden homenaje a las recetas de antaño, opciones gourmet que deleitan los paladares más exigentes y creaciones que siguen las últimas tendencias. La Uno es un lugar donde el pan es más que un simple alimento; es una experiencia completamente artesanal, natural y sincera.
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