H. Moser & Cie presenta reloj con meteorito de México
El meteorito Allende, caído en Chihuahua en 1969, inspira una pieza de alta relojería suiza que une precisión, historia y diseño cósmico.
Cada fragmento del meteorito Allende fue cuidadosamente cortado y pulido a mano, respetando las texturas naturales que el tiempo talló en el espacio. Luego, la marca suiza lo convirtió en la esfera principal del Pioneer Tourbillon Allende, un reloj limitado a solo 20 piezas en el mundo.
El resultado combina diseño y ciencia, creando un objeto donde la precisión suiza se encuentra con el misterio cósmico. La textura metálica del meteorito revela patrones irrepetibles, imposibles de replicar, lo que convierte a cada reloj en una obra de carácter irrepetible.
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México como punto de partida
A diferencia de otras colaboraciones superficiales, esta unión entre H. Moser & Cie. y Grupo Attila Distribution parte de un hecho auténtico: el meteorito cayó en México, y eso define la narrativa de la pieza.
Los tres puntos luminiscentes en verde, blanco y rojo no son un guiño decorativo, sino un homenaje directo a la bandera mexicana. Incluso el estuche del reloj parece un monolito espacial, con luces LED verdes que iluminan el reloj como si flotara en el vacío. Es una escena que combina precisión tecnológica con respeto simbólico por el lugar donde todo comenzó.
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Características técnicas que sostienen su excelencia
El Pioneer Tourbillon Allende está disponible en dos versiones: una en oro rojo 5N y titanio tratado con DLC negro, y otra en acero inoxidable. Ambas tienen una caja de 42.8 mm, son herméticas hasta 120 metros y cuentan con una correa de caucho negro que refuerza su carácter deportivo. El movimiento automático integra un tourbillon volante de un minuto con espiral doble y una reserva de marcha de 72 horas, lo que demuestra que la belleza visual se acompaña de una ingeniería impecable.
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Lo que el meteorito revela sobre el diseño contemporáneo
Esta colaboración demuestra que el lujo no siempre proviene del oro o de los diamantes, sino también de materia estelar que encierra historia. Que el diseño gana fuerza cuando tiene raíces reales. Que México puede ser el centro de la alta relojería sin recurrir a clichés culturales. Y, sobre todo, que el diseño auténtico nace de conexiones verídicas, no de tendencias pasajeras.
El Pioneer Tourbillon Allende no busca deslumbrar por ostentación, sino recordar que lo que cae del cielo puede transformarse en arte cuando el tiempo y la materia se alinean.
IG: @Moserwatches
