Entre tejidos y tradiciones, moda en Casa Nativa
Casa Nativa, un viaje desde Veracruz a Londres que transformó la moda en una expresión de identidad y cultura
La historia de Casa Nativa, una marca de moda distintiva comienza con una combinación única de pasión por la antropología y el amor por la moda. Juan Carlos Limón, originario de Veracruz, emprendió un viaje que transformaría su visión de la moda y la cultura. A los 18 años, se mudó a Londres, una ciudad cosmopolita donde la diversidad en el vestir es la norma. Esta experiencia fue un punto de inflexión, dándole a entender que la moda más que ropa es, una forma de expresión individual, una narrativa de identidad y cultura.
Tras una notable trayectoria de siete años en el sector petrolero, Juan Carlos Limón decidió dar un giro radical a su vida profesional. Dejando atrás su estable carrera en una empresa dedicada a la comercialización del petróleo. Limón se embarcó en un viaje de autodescubrimiento y pasión. Su nuevo enfoque, los tejidos, las texturas y una inmersión profunda en las ricas tradiciones de México.
Juan Carlos no solo buscaba cambiar de profesión, sino que, anhelaba reconectar con las raíces culturales de su país. Viajó a través de diversas regiones de México, explorando y aprendiendo sobre las técnicas tradicionales de tejido. Este periplo no solo fue geográfico, sino también un viaje a través de la historia y la cultura, descubriendo los secretos y las historias detrás de cada hilo y cada patrón. En entrevista para Guía de Lujo platicó sobre su marca que enaltece el trabajo mexicano hecho a mano.
¿Qué te impulsó a crear tu marca?
En la pandemia tuve mucho tiempo libre y decidí empezar a emprender, no estaba seguro de diseñar, pero al mismo tiempo veía a diseñadores mexicanos que no estaban explotando su talento, ahí decidí que sus piezas deben ser admiradas. Mi objetivo era crear una marca propia que no solo reflejara la belleza y la habilidad de estos tejidos, sino que también, contribuye a la sustentabilidad y al reconocimiento de los artesanos locales.
¿Cómo fue el proceso creativo?
En mis viajes conocí tendencias muy específicas, poco vistas en la CDMX, allí vi una oportunidad para traer colecciones innovadoras y dar a conocer a diseñadores por medio de mi marca. Cada región que visité era una nueva historia. Aprendí técnicas únicas y fui recolectando inspiración. Desde los vibrantes colores de los tejidos de Oaxaca hasta los intrincados patrones de Chiapas, cada experiencia agrega un capítulo más a mi repertorio de conocimientos y habilidades.
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¿Las colecciones son nacionales?
Si, los diseñadores son mexicanos, de Hidalgo, Guadalajara, Oaxaca, Monterrey, Veracruz, Quintana Roo y CDMX. Además, una vez al mes salgo de viaje para conocer nuevas tendencias y artesanos en distintos lugares de la República Mexicana, para después promoverlos.
¿Tu gusto por la antropología te llevó a conocer a profundidad las técnicas ancestrales de los tejedores de México?
Si, me dediqué a investigar las técnicas milenarias de los maestros tejedores de México. Mi meta era realizar una labor de curaduría de moda que no solo destaca por su estética, sino que también respetara y dignificara las tradiciones y el trabajo de los artesanos mexicanos.
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¿Qué es Casa Nativa?
La marca es un reflejo de un viaje personal y profesional que va más allá de las fronteras geográficas. Representa un profundo respeto y amor por México, buscando siempre dignificar el trabajo artesanal y mantener vivas las técnicas y tradiciones que definen la rica herencia cultural del país. Casa Nativa no es sólo moda, es una historia de raíces, identidad y orgullo, tejida meticulosamente en cada prenda. Los diseños de la marca son libres y espirituales, están dirigidos a un público que aprecia la singularidad y el valor del trabajo manual.
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¿En México, crees que le damos valor a lo hecho en nuestro país?
El mexicano tiene una tendencia malinchista en la cultura mexicana, donde se tiende a valorar más la moda extranjera que la nacional. Mi misión es cambiar esta percepción. Es triste ver como los extranjeros aprecian más el trabajo de nuestros artesanos que nosotros mismos. Por eso, quiero elevar, valorar el arte y la habilidad de los artesanos mexicanos.
Viajo cada mes por distintas regiones de México, para descubrir y curar los diseños artesanales más exquisitos, seleccionando piezas únicas para presentarlas en la Ciudad de México de manera vanguardista y renovada. El arte de la curaduría es un acto de comunicación delicado y potente. No todo el mundo apreciará cada pieza, pero el objetivo es conectar con aquellos que valoran y buscan la diferencia.
En mi búsqueda, he notado que técnicas tradicionales como el macramé han sido olvidadas o subvaloradas. Debemos preservar procesos de fabricación que son parte integral de la identidad cultural mexicana. Mi trabajo es un recordatorio constante del tesoro oculto en la artesanía mexicana, una invitación a reevaluar y celebrar la riqueza cultural inherente en cada hilo tejido.
¿Qué opinas de la incorporación del macramé en las tendencias de moda?
En uno de mis viajes conocí a una artesana que vendía objetos decorativos de macramé. Quedé maravillado por la belleza y complejidad de estas piezas, decidí integrar esta técnica ancestral al mundo de la moda, creando una colección única de faldas tejidas a mano.
Cada pieza de esta colección es un testamento de habilidad y dedicación, requiriendo entre 20 y 25 horas de trabajo artesanal. Mi objetivo es que la gente vea estos trabajos no solo como artesanía, sino como arte usable. El macramé ha sido marginado por la industria de la moda debido a su incompatibilidad con los procesos de automatización e industrialización. Es un arte que debe ser hecho a mano y eso es lo que lo hace especial.
¿Colaboras con alguna comunidad?
Si, con Wirrárika, una comunidad de mujeres huicholas de San Luis Potosí, donde creamos chalecos de chaquira hechos a mano. Estas piezas exudan un carácter excéntrico y único, reflejando la rica cultura y tradición de sus creadoras.
Los artesanos locales con los que trabajo son pequeños empresarios independientes, que operan en talleres familiares sin equipos sofisticados. Todos los miembros de la familia están involucrados en el proceso de tejido y producción de las piezas. Esta dinámica refleja no solo una tradición de habilidades transmitidas a través de generaciones, sino también una fuerte ética de trabajo comunitario y familiar.
Respeto el precio que los artesanos establecen, no hay negociaciones para reducirlo. Esta política asegura que reciban un pago justo por su trabajo, reconociendo su habilidad y esfuerzo.
¿Cuál es tu diferenciador?
En el corazón de nuestra marca se encuentra una convicción profunda y revolucionaria. La moda trasciende el género. Adoptamos un enfoque Genderless en todo lo que hacemos, especialmente en nuestro trabajo con el macramé. Creemos firmemente que no hay prendas específicamente diseñadas para hombres o mujeres. La ropa, en su esencia, es una extensión de la expresión personal.
Nuestro macramé, con sus intrincados patrones y su tacto artesanal, está diseñado para cualquier persona que encuentre en él una resonancia con su estilo personal. Ya sea una falda, un pantalón, un vestido o un accesorio, lo importante es lo que estas piezas significan para ti y como te permiten comunicar tu identidad única al mundo. Nuestra moda no se trata de etiquetas o categorías, se trata de autenticidad, individualidad y romper las barreras convencionales. La moda Genderless no es solo una tendencia, es un movimiento hacia una mayor inclusión y libertad en el mundo de la moda.
¿Cuál ha sido el mayor reto al que te has enfrentado?
Cada desafío representa una oportunidad invaluable para aprender y crecer. Se deben enfrentar los retos de frente. La decisión de dejar tu trabajo y aventurarse en tu propia empresa no fue fácil. Ahora mis piezas se pueden comprar de forma online en redes sociales, pero lo que más me gusta es que la gente vaya a la tienda para que sientan toda la experiencia que hay allí.
¿Qué se necesita para que una marca pueda ser parte de este proyecto?
Convertirse en parte de Casa Nativa, es una oportunidad única para las marcas que desean destacar en un espacio donde la calidad y la autenticidad son primordiales. Sin embargo, no es un proceso abierto a todos. La incorporación a Casa Nativa comienza con una invitación, marcando el inicio de un camino exclusivo para marcas que cumplen con criterios específicos y rigurosos.
Se tiene que pasar por un meticuloso proceso de evaluación, para asegurar que sus propuestas estén alineadas con los estándares elevados del proyecto. Esta evaluación no solo contempla la creatividad y originalidad de las propuestas, sino también pone un énfasis especial en la calidad. Buscamos asegurarnos de que cada producto que presentamos a nuestro público refleje la excelencia y la artesanía que define a Casa Nativa.
Es esencial cumplir con uno de dos criterios clave o bien, ser un diseñador mexicano con base fuera del país, lo que demuestra una expansión internacional de la moda mexicana, o tener una línea de ropa completamente confeccionada en México, lo que refuerza nuestro compromiso con la promoción de la industria local.
¿En qué basas tu curaduría de este espacio?
Reside en una cuidadosa selección que va más allá de la simple agrupación de objetos y prendas. Mi enfoque curatorial está profundamente arraigado en la narrativa, buscando contar una historia que no solo represente, sino que también celebre la rica y diversa cultura mexicana. Cada pieza seleccionada para Casa Nativa es un capítulo en esta narrativa, reflejando las tradiciones, el arte y la espiritualidad de México.
Es importante para mí que este espacio no sea solo un lugar para admirar y adquirir artículos, sino un sitio donde uno pueda conectar con las raíces y la esencia del arte y la cultura mexicana.
¿Qué elementos y texturas podemos encontrar en tu colección?
Todo lo que hay en la tienda son fibras naturales, tenemos un kimono pintado con cera, blusas hechas con cortes rectos para evitar el desperdicio y ropa con bolsas super cómoda y la prendas de macramé, todas las prendas tienen historia
¿Qué proyectos tienes a futuro?
Quiero que las Casas Nativas se conviertan en un emblema de la artesanía mexicana, no solo en nuestro país sino también a nivel internacional. Con la apertura de nuestra primera tienda, hemos dado un paso significativo hacia este objetivo, pero es solo el comienzo de un viaje mucho más grande.
Nuestro próximo destino es San Miguel de Allende, una ciudad conocida por su vibrante comunidad de expatriados y turistas de todo el mundo.
Cada vez que alguien se acerca para recordarnos que estamos haciendo una diferencia real en la vida de las familias de artesanos, nos sentimos profundamente motivados. No solo estamos promoviendo el arte y la cultura, sino que, también estamos apoyando a comunidades enteras, ayudando a preservar técnicas y tradiciones que de otra manera podrían perderse.
Dónde: Valladolid 56-Local F, Roma Nte., Cuauhtémoc