Conoce 5 restaurantes top según la Guía México Gastronómico

Los cinco restaurantes en Oaxaca que conocimos en los premios de la Guía México Gastronómico 2025, un referente de la gastronomía.
Oaxaca se convirtió en el escenario principal de la gastronomía al recibir a las figuras más influyentes del sector para la presentación de la Guía México Gastronómico 2025. Este prestigioso reconocimiento, que desde hace once años destaca lo mejor de la cocina nacional, reafirma la importancia del país en el panorama culinario global. En Guía de Lujo, te contamos todo los detalles sobre esta edición, los restaurantes seleccionados y el impacto de esta guía en la escena gastronómica.
Durante los días previos a la entrega de premios, recorrimos la ciudad de Oaxaca. Era mi primera visita a este destino, y quedé impresionada por todo lo que ofrece este estado: su cultura, sus artesanías y su gastronomía incomparable. Nuestra primera parada fue en la comida de bienvenida en Loma Noble, Etla, donde doce chefs de la región presentaron una selección de platillos para la comunidad gastronómica. Para dar inicio, la chef Olga Cabrera de Tierra de Sol presentó una botana oaxaqueña tradicional, resaltando los sabores autóctonos. Más tarde, José Manuel Baños de Pitiona preparó pescadillas de atún, seguidas por una tostada de totoaba de cultivo elaborada por Alejandro Ruiz de Casa Oaxaca y ostiones en chintextle a cargo de Francisco Cortés de Cobarde.
Chefs y platillos que cautivaron con creatividad y tradición
El evento gastronómico continuó con una selección de platillos que sorprendieron por su calidad y sabor. Ricardo Arellano de Crudo presentó unas increíbles brochetas de kampachi, mientras que Gerson Madrid de Metxcalli ofreció crujientes croquetas de frijol con camarón. Por su parte, Miguel Mijangos de Ancestral preparó una brocheta de pulpo al chintextle, una combinación de ingredientes que resaltó por su equilibrio de texturas y condimentos.
El chef Luis Arellano atrajo a numerosos asistentes con su propuesta de tacos, tostadas y quesadillas, elaborados en su reconocido asado Criollo. Su cocina de leña despertó gran interés, y los comensales se reunieron para disfrutar de cada preparación. En medio de la celebración, se llevó a cabo la presentación del libro «Mezcalli: El mundo de los destilados de agave de México», de la maestra mezcalera Graciela Ángeles y publicado por Larousse Cocina. Esta obra explora la historia y tradición de los destilados de agave, destacando su importancia en la cultura mexicana y su proceso de elaboración artesanal.
A medida que avanzaba la noche, la chef Susana Trilling fue distinguida con la Medalla al Mérito en Educación Gastronómica. Fundadora de Seasons of My Heart, su trayectoria ha sido clave en la difusión de la cocina regional. La distinción subrayó la relevancia de la enseñanza culinaria y su papel en la conservación de las tradiciones locales.
Noche de reconocimiento
La cena continuó con los platos fuertes preparados por la chef Olga Cabrera, quien presentó una tetela de chileajo amarillo con verdolagas y cabeza de lomo de cerdo. Luego, Aurora Toledo, de Zandunga, ofreció un taquito de cochito horneado. Por su parte, Thalía Barrios, de Levadura de Olla, sorprendió con un totopo istmeño acompañado de un tartar de filete de res cuidadosamente elaborado. Posteriormente los postres llegaron con una selección de nieves elaboradas con frutas de temporada, cortesía de Jorge León, de Alfonsina. El aroma del pan dulce recién horneado de La Panadería de Hortencia fue el más esperado, mientras que los atoles de La Atolería de Olga Cabrera marcaron el cierre de la velada.
1-Asador Bacanora
El segundo día visitamos este restaurante,de los chefs Gabriel Pomposo y Evelyn Villa, creadores de un concepto de cocina mexicana contemporánea con ingredientes locales. Cada platillo mantiene un toque casero sin perder el sabor de el estado. Los cortes al asador son su especialidad, logrando una cocción exacta que deja la carne jugosa y llena de sabor. Además, cada receta combina ingredientes de temporada con precisión, potenciando los sabores en cada bocado. Lo que realmente hace especial este lugar es su manera de trabajar con el fuego. Los cortes al asador son el punto fuerte, siempre con una cocción exacta que deja la carne jugosa. Además, cada plato tiene una combinación de ingredientes bien pensada, aprovechando lo mejor de la temporada.
El ambiente del restaurante es relajado, pero con detalles que lo hacen acogedor. Cada elemento del espacio ha sido elegido con intención, desde la iluminación hasta la música, creando una atmósfera que invita a disfrutar.
Además, su ubicación en Jalatlaco le añade un atractivo especial. Caminar por sus calles coloridas es parte del encanto antes de sentarse a la mesa. En nuestra visita disfrutamos del menú, que incluyó crema de tomate, ensalada asada, coliflor, lonja de robalo y picaña. Para cerrar con un toque dulce, probamos el merengue y el tiramisú, ambos con un equilibrio perfecto de texturas y sabores.




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2- Hotel Sin Nombre
Por la noche, el restaurante y hotel abrió una nueva etapa con su reciente relanzamiento. En este evento especial, presentó una propuesta culinaria centrada en el respeto por el producto, así como en la técnica utilizada en cada preparación.
Durante la velada, tuvimos la oportunidad de conocer, de primera mano, la evolución de su cocina. Cada detalle de la nueva carta dejó en claro el enfoque del restaurante. Se basa en ingredientes de temporada, ejecuciones precisas, sin perder la esencia de la cocina tradicional. Los platillos resaltaron por su sencillez bien lograda. El maridaje también jugó un papel importante. Cada bebida fue seleccionada para complementar los sabores de los platillos, creando armonías que hicieron de la velada una experiencia completa.
Para el menú, degustamos un ceviche de chilacayota, coco y maíz criollo. Luego, probamos una alita de pollo con mole negro, que resaltaba los sabores. Continuamos con un man de hongos, seguido de un paté de salchicha ejuteca, cuya textura era exquisita. Posteriormente, disfrutamos un tamal de brisket, con una cocción perfecta que realzaba su sabor. Finalmente, cerramos con un bizcocho de camote y especias, acompañado de un cremoso que aportaba un toque delicado al postre.»




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3- Las Quince Letras
Este restaurante ha sido, desde 1992, un punto de referencia para quienes buscan la gastronomía auténtica oaxaqueña. Fundado por Celia Florián y Fidel Méndez, este espacio ha mantenido su esencia por años, ofreciendo una cocina que rinde homenaje a los ingredientes criollos y los sabores tradicionales.
Al entrar por la mañana, el aroma a chiles tostados impregna el ambiente, anticipando una selección de platillos que recorren cada región del estado. La propuesta se basa en el respeto por los ingredientes, la técnica y las recetas que han pasado de generación en generación. Entre los imperdibles, el mole negro destaca como un símbolo de identidad, preparado con sabores que solo el tiempo y la dedicación pueden lograr.




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4- Alambiq
Ubicado dentro del Centro Cultural del Mezcal, Alambiq ofrece cocina oaxaqueña con matices contemporáneos, reflejando además la visión personal del chef Rodrigo Pacheco. Su menú toma inspiración de la alimentación cotidiana en un palenque oaxaqueño, presentando una visión genuina de la gastronomía del sur del país.
Su cocina fusiona elementos de distintas regiones, reflejando la diversidad culinaria del estado. En Alambiq, las salsas, los moles y la preparación del maíz evocan los sabores de su infancia, mientras que las técnicas empleadas son el resultado de años de aprendizaje. Más allá de los ingredientes icónicos como chapulines, mezcal y moles, su propuesta rescata las recetas de las familias palenqueras, fundamentales en la vida comunitaria de Oaxaca. Para ello, mantiene un diálogo constante con productores locales, viajando con frecuencia a distintas comunidades para conocer de cerca los métodos tradicionales. Así, Alambiq no solo sirve platillos con historia, sino que contribuye a preservar y compartir el legado culinario de generaciones pasadas.
El menú de Alambiq, ubicado en el Centro Cultural del Mezcal, muestra la riqueza gastronómica de Oaxaca mediante una propuesta innovadora. Sus platillos combinan ingredientes tradicionales con técnicas contemporáneas, logrando sabores que resaltan la esencia de la cocina local. Cada preparación rinde homenaje a los palenques mezcaleros, rescatando recetas familiares y productos autóctonos cuidadosamente seleccionados. Además, la presentación de cada platillo refleja la atención al detalle y el respeto por las raíces culinarias de la región.
Entre las entradas, degustamos una tetela de short rib, con masa suave y relleno jugoso, acompañada de un terso de garbanzo mixteco. Además, disfrutamos un pico de camarón y charal, donde los sabores del mar y la tierra se fusionan. Por otro lado, cada bocado revela la selección meticulosa de ingredientes, resaltando la autenticidad de las recetas tradicionales con un toque contemporáneo.
De hecho, el uso de productos locales como el garbanzo mixteco y los mariscos frescos garantiza una experiencia gastronómica que respeta sus raíces. Asimismo, la preparación cuidadosa de la tetela de short rib permite que cada ingrediente mantenga su esencia.
La siguiente sorpresa fue una sopa de chilacayota, con un equilibrio perfecto entre dulzura y profundidad de sabores. Para el plato fuerte, disfrutamos una pesca al verde, además de un venado en manchamanteles, donde la carne jugosa se fusiona con la intensidad del mole afrutado. No podían faltar los tamales oaxaqueños, envueltos en hoja de plátano y cocidos al vapor.
Por último, el postre incluyó un panqué de tepache, con notas fermentadas, seguido de una calenda pasa, que tenia aromas sutiles. En la selección de bebidas, probamos el cóctel Palenque, con notas ahumadas, y una agua de horchata de avena con melón, cerveza artesanal y, una gran variedad de mezcales seleccionados para acompañar cada platillo.




5- La Atolería y Masea
Es un espacio creado por la chef Olga Cabrera, dedicado a la tradición del atole, una bebida ancestral de México. Desde su apertura en 2021, se ha convertido en un lugar clave para quienes buscan de esta bebida.
Lo que hace especial a este establecimiento es su enfoque en la calidad y la tradición. Por un lado, el menú cambia según la temporada, ofreciendo atoles de almendra, cacahuate, ajonjolí, amaranto y frutas como guayaba. Además, todas las bebidas se sirven en vasijas de barro. El secreto de cada receta radica en el uso de maíces nativos y cacaos originales, cultivados en las regiones más fértiles. Además, la chef selecciona estos ingredientes con cuidado, asegurando no solo calidad, sino también el respeto por las tradiciones. Por lo tanto, cada platillo es el esfuerzo de comunidades que han preservado estas variedades a lo largo de generaciones.
Por otro lado, garantizar la autenticidad en cada preparación implica un proceso minucioso, desde la selección de los granos hasta su transformación. De hecho, la combinación de maíces nativos y cacaos originales no solo resalta en el sabor, sino que fortalece la biodiversidad regional. En consecuencia, esta elección consciente promueve prácticas agrícolas sostenibles, protegiendo tanto el medioambiente como los saberes ancestrales de Oaxaca.
Para complementar la oferta, cada atole puede acompañarse con pan recién horneado de la panadería Masea, también fundada por la chef. Así, cada visita permite disfrutar de los sabores más representativos de Oaxaca. Además de dirigir La Atolería, la chef ha llevado su conocimiento con su libro «El mundo de los atoles», donde comparte más de 60 recetas. Gracias a esto, su trabajo ha sido reconocido dentro y fuera de México.
Fotografías cortesía de los restaurantes



